jueves, 17 de marzo de 2016

NUESTRAS ILUSIONES RESPECTO DE LOS DEMAS


De manera que si usted se detiene a pensar, verá que, al fin y al cabo, uno no tiene por qué estar orgulloso de nada. ¿Qué le hace esto a su relación con la gente? ¿De qué se queja? Un joven vino a quejarse de que su novia lo había desilusionado, que lo había traicionado. ¿De qué se queja? ¿Esperaba algo mejor? Espere lo peor. Usted está tratando con gente egoísta. Usted es el idiota; usted la glorificó, ¿no es así? Usted pensó que ella era una princesa, que la gente era buena. ¡No, no es! No es buena. Es tan mala como usted; mala ¿me entiende? Está dormida, lo mismo que usted. ¿Y qué cree usted que la gente pretende? Satisfacer su propio interés, lo mismo que usted. No hay ninguna diferencia. ¿Puede usted imaginarse como es de liberador saber que usted nunca volverá a desilusionarse, nunca volverá a decepcionarse? Nunca volverá a sentirse traicionado. Nunca se sentirá rechazado. ¿Quiere despertar? ¿Quiere la felicidad? ¿Quiere la libertad? Aquí está: Renuncie a sus falsas ideas. Mire a través de la gente. Si mira a través de usted mismo, mirará a través de todos los demás. Entonces los amará. Si no es así, estará todo el tiempo luchando con sus ideas equivocadas que usted tiene acerca de ellos, con sus ilusiones que constantemente se estrellan contra la realidad.

Tal vez es demasiado alarmante para muchos de ustedes entender que se puede esperar de todos los seres humanos - excepto los pocos que han despertado- sean egoístas y busquen su propio interés, bien sea en forma ruda o en forma refinada. Esto los lleva a ver que no hay por que desilusionarse de nada, no hay por que decepcionarse de nada. Si hubieran estado todo el tiempo en contacto con la realidad, no se habrían decepcionado. Pero decidieron pintar a la gente de colores brillantes; decidieron no mirar a través de los seres humanos, porque decidieron no mirar a través de ustedes mismos. Entonces ahora pagan el precio.

Antes de discutir esto, les contaré una historia. Una vez alguien preguntó: ¿Cómo es la iluminación? ¿Cómo es el despertar? "Es como el vagabundo de Londres que se estaba acomodando para pasar la noche. A duras penas había conseguido un pedazo de pan para comer. Entonces llegó a un malecón, junto al río Támesis. Estaba lloviznando, y se envolvió en su viejo abrigo. Ya iba a dormirse cuando de repente se acercó un Rolls Royce manejado por un conductor. Una hermosa joven descendió del automóvil y le dijo:

- Mi pobre hombre, ¿va a pasar la noche en este malecón?

- Sí - le contestó el vagabundo.

- No lo permitiré - le dijo ella- Usted se viene conmigo a mi casa y va a pasar la noche cómodamente y a tomar una buena cena.

La joven insistió en que subiera al automóvil. Bien, salieron de Londres, y llegaron a un lugar en donde ella tenía una gran mansión con amplios jardines. Los recibió el mayordomo, a quien la joven le dijo: " Jaime, cerciórese de que a este hombre lo lleven a las habitaciones de los sirvientes y lo traten bien". Y Jaime obró como le dijo. La joven se había desvestido y estaba a punto de acostarse cuando recordó a su huésped. Entonces se puso algo encima y fue hasta las habitaciones de los sirvientes. Vio una rendija de luz en la habitación en la que acomodaron al vagabundo, llamó suavemente a la puerta, la abrió, y encontró al hombre despierto. Le dijo: 

-¿Que sucede, buen hombre, no le dieron una buena cena?

- Nunca había comido tan bien en mi vida, contestó el vagabundo.

-¿Está usted bien caliente?

- Sí, la cama es hermosa y está tibia.

- Tal vez usted necesita compañía - le dice ella- córrase un poquito.

Se le acercó, y él se corrió, y cayó directo al Támesis.

¡Ja! ¡Ésa no la esperaban! ¡Iluminación! ¡Iluminación! ¿Despierten! Cuando estén dispuestos a cambiar sus ilusiones por la realidad, cuando estén dispuestos a cambiar sus sueños por hechos, entonces encontrarán todo. Así es como finalmente la vida tiene sentido. La vida se vuelve hermosa.

Hay una historia sobre Ramírez. Él es viejo, y vive en su castillo en la colina. Mira por la ventana (está en cama y paralítico) y ve a su enemigo. A pesar de ser viejo, su enemigo está subiendo por la colina, apoyado en un bastón, despacio, con dificultad. Tarda alrededor de dos horas y media en subir la colina. Ramírez no puede hacer nada porque los sirvientes tienen el día libre. Entonces su enemigo abre la puerta, entra en la habitación, mete la mano bajo la capa, y saca una pistola. Dice:

- Ramírez, ¡por fin vamos a ajustar cuentas!.

Ramírez prueba la mejor manera de disuadirlo. Le dice:

- Vamos, Borgia, usted no puede hacer eso. Usted sabe que ya no soy el hombre que lo maltrató cuando usted era joven hace años, usted ya no es ese joven, ¡Piénselo!

- Ah, no - le contesta su enemigo - Sus dulces palabras no me impedirán cumplir con esta divina misión. Lo que yo quiero es vengarme y usted no puede hacer nada para impedirlo.

-¡Sí puedo hacer algo! - le asegura Ramírez

-¿Qué? - le pregunta su enemigo

- Puedo despertar.

Y, en efecto, ¡despertó!.

Así es la iluminación. Cuando alguien le dice: "No hay nada que pueda hacer", usted dice: "Sí yo puedo hacer algo: ¡puedo despertar!" De repente la vida ya no es una pesadilla. ¡Despierten!

Alguien vino a preguntarme algo. ¿Qué creen que fue? Me dijo: ¿Usted recibió la iluminación? ¿Qué creen que le respondí? ¡No importa!

¿Quieren una respuesta mejor? Mi respuesta sería: "¿Cómo podría yo saberlo? ¿Cómo podría saberlo usted? ¿Qué importa? ¿Quieren saber una cosa? Si ustedes desean algo demasiado, están metidos en un gran problema. ¿Quieren saber otra cosa? Si yo hubiera obtenido la iluminación y ustedes me escucharan por ello, entonces estarían metidos en un gran problema. ¿Están dispuestos a que alguien que ha obtenido la iluminación les lave el cerebro? ¡Cualquiera puede lavarles el cerebro! ¿Qué importa que alguien haya o no haya logrado el despertar? Pero vean: Queremos apoyarnos en alguien que nosotros creemos que ha llegado a la meta. Nos encanta oír que la gente llegó a la meta. Eso nos da esperanza ¿No es verdad? ¿Qué es lo que quieren esperar? ¿No es eso otra forma de deseo? 

Ustedes quieren esperar algo mejor que lo que tienen ahora ¿no es así? Si no fuera así, no estarían esperando. Pero entonces olvidan que ustedes lo tienen todo ahora mismo, y no lo saben. ¿Por qué no concentrarse en el presente, en lugar de esperar algo mejor en el futuro? ¿Por qué no comprender el presente en lugar de olvidarlo y esperar del futuro? ¿No es el futuro, sencillamente otra trampa?

Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello