Siéntate de cara a la pared. La pared es muy hermosa.
No hay manera de moverse, en cualquier parte que miras está la pared. No hay ningún sitio a donde ir.
Bodhidharma estuvo sentado durante nueve años de cara a la pared, sin hacer nada... simplemente sentado durante nueve años. Según la tradición, sus piernas se marchitaron. Para mí eso es simbólico. Significa que todos los movimientos se marchitaron porque la motivación desapareció. No iba a ninguna parte. No había deseo de moverse, ningún objetivo que alcanzar... y así alcanzó el más grande de todos. Es una de las almas más raras que alguna vez pisó la Tierra. Y simplemente sentado frente a una pared lo alcanzó todo; sin hacer nada, sin técnica, sin método, sin nada. Esa fue su única técnica.
Así que siempre que te sientes, hazlo de cara a la pared. La pared es muy hermosa. No hay ningún sitio al que moverse, allí donde mires está la pared. No hay ninguna lugar a donde ir. Ni siquiera pongas un cuadro; que sea una pared desnuda. Cuando no hay nada que ver, poco a poco desaparece el interés en ver. Al mirar una simple pared, en tu interior surge un vacío y una sencillez paralelos. Paralela a la pared se levanta otra pared... de no - pensamiento.
Permanece abierto y regocíjate. Sonríe, a veces tararea una melodía u oscila. A veces puedes bailar... pero de cara a la pared; que sea tu objeto de meditación.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 339
Osho
Día 339
Fotografía tomada de internet