sábado, 29 de octubre de 2016

TAO TE KING: PRINCIPIO 11


Treinta rayos convergen en el buje:
es este vacío lo que permite al carro cumplir su función.
Los cazos están hechos de barro hueco:
gracias a esta nada, cumplen su función.

Puertas y ventanas se horadan para crear una alcoba,
pero el valor de la alcoba estriba en su vacuidad.
Así, lo que es, sirve para ser poseído,
y lo que no es, para cumplir una función.



Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet