La meditación y el tonglen son métodos bien probados para educarse en la adaptabilidad y para abandonar la rigidez mental. Las seis paramitas completan estas prácticas y acercan la formación a la vida cotidiana. Son los medios que permiten que todo lo que hacemos se vuelva una forma de vivir el arte de la paz.
Lo que diferencia a las paramitas de las acciones ordinarias es que aquéllas se basan en prajna. Prajna es una manera de ver que disuelve continuamente cualquier tendencia a utilizar las cosas para afirmar el suelo bajo nuestros pies; es como un detector de basura que nos protege de creernos virtuosos o que tenemos siempre la razón.
Cuando nos estamos educando en el arte de la paz no se nos promete que, dadas nuestras nobles intenciones, conseguiremos nuestros objetivos. De hecho, no se puede prometer que las enseñanzas vayan a dar fruto. En lugar de ello, se nos anima a mirar profundamente a la alegría y el dolor, a la risa y al llanto, a la esperanza y al miedo, a todo lo que vive y muere. Aprendemos que lo verdaderamente curativo es la gratitud y la ternura.
No es que digamos: «Ya sé que yo no importo mucho, pero si cambio el mundo, será mejor para los demás.» Es menos complicado que todo eso. No pretendemos salvar el mundo sino preguntarnos cómo les va a los demás, y reflexionar sobre cómo les afectan nuestras acciones.
Las cinco primeras acciones transcendentes son: generosidad, disciplina, paciencia, esfuerzo y meditación. Y son inseparables de la sexta, prajna, que imposibilita que usemos nuestras acciones para sentirnos seguros. Prajna es la sabiduría que corta con el inmenso sufrimiento que se origina al tratar de proteger el propio territorio.
Las palabras generosidad, disciplina, paciencia y esfuerzo puede que contengan connotaciones de rigidez para muchos de nosotros. Puede que nos suenen como una pesada lista de «obligaciones» y tal vez nos recuerden las reglas del colegio o los sermones moralistas. Sin embargo, las paramitas no tienen nada que ver con estar a la altura de alguien o de algo. Si creemos que tienen que ver con lograr un nivel de perfección, entonces estaremos derrotados antes de empezar. Es más exacto describir las paramitas como un viaje de exploración, y no como mandamientos grabados en la roca.
Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet