PARA CONSERVAR EL CALOR
me sostengo el rostro entre las manos
No, no estoy llorando.
Me sostengo el rostro entre las manos
para calentar mi soledad:
dos manos protegiéndome,
dos manos alimentándome,
dos manos impidiendo
que mi alma se sumerja
en la ira.
Escribí este poema después de oír que habían bombardeado Ben Tre y de escuchar el comentario de un militar estadounidense: «Tuvimos que destruir la ciudad para poder salvarla».
Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh
Fotografía tomada de internet