jueves, 14 de septiembre de 2017

FLORECIMIENTO









Éxtasis


Moksha 


Transformación 


Sannyas (movimiento de los buscadores de la verdad)





La sannyas no puede categorizarse. No es una categoría. Es de una cualidad de ser tan diferente que no existe categoría para ella. No se la puede analizar, no se la puede separar en fragmentos. No es un mecanismo: no pue­des desarmarlo, separar las piezas y volver a juntarlas. No; es una unidad orgánica. Si la ana­lizas, deja de estar allí y ya nunca podrás volver a armarla; es imposible. La sannyas es una fuer­za vital: orgánica, igual que una flor. Analiza la flor, sácale cada pétalo, arráncalo, examínalo, quédate satisfecho por haber investigado y, después, intenta volver a armar la flor. Para en­tonces, la flor ya no existe, los pétalos han muerto y jamás se los podrá volver a colocar en la misma forma, porque no era un mecanismo; era una unidad orgánica.





Sannyas es un florecimiento, un florecimien­to de la conciencia humana: así como las flores que nacen en un árbol muestran que el árbol ha llegado a un acabamiento y que, más tarde o más temprano, los frutos surgirán. Las flores son sólo indicadores de que el árbol está pre­parado para dar frutos. El árbol está listo, está satisfecho. Las flores son como el éxtasis que el árbol experimenta antes de empezar a dar fru­tos: porque la fruta da cuenta de la satisfacción. El árbol ha llegado a su punto máximo, a su clímax; ha llegado al crescendo de su ser. Está feliz, lo disfru­ta (su vida no fue inútil: ahora vendrán los frutos). El árbol se siente extático y da flores.





Sannyas es un florecimiento, y moksha es el fruto. Sann­yas alude a que ahora tu ser interior, tu árbol interno, ha lle­gado a un punto en el que va a producirse un salto, una ex­plosión. Antes de que suceda, todo el ser disfruta de ello. Te sientes satisfecho. No ha sido un desperdicio. Esperaste mu­chas, muchas vidas; y ahora te llega el momento. Tanto tiempo esperando, tanta paciencia... pero valió la pena. Ahora lo conseguiste, ahora pudiste. Todo el ser florece.





Los hindúes eligieron el color rojo, naranja u ocre para la sannyas, por las flores. El rojo y el verde son los colores bá­sicos de la naturaleza. Verde es el árbol, y roja la flor.





Tu ser ha llegado a un florecimiento. Pronto apare­cerán las flores. Pronto vendrán las semillas. Con­serva este florecimiento.









Referencia:


El dios de todos (Osho)


Un camino espiritual para descubrir a Dios


Fotografía tomada de internet