sábado, 3 de marzo de 2018

7 PECADOS CAPITALES







De rodillas en el confesionario, un arrepentido admitió que era culpable de avaricia, gula, lujuria, pereza, envidia, soberbia e ira:





Jamás me confesé. Yo no quería que ustedes, los curas, gozaran más que yo con mis pecados, y por avaricia me los guardé.








¿Gula? Desde la primera vez que la vi, confieso, el canibalismo no me pareció tan mal.





¿Se llama lujuria eso de entrar en alguien y perderse allí adentro y nunca más salir?





Esa mujer era lo único en el mundo que no me daba pereza.





Yo sentía envidia. Envidia de mí. Lo confieso.





Y confieso que después cometí la soberbia de creer que ella era yo.





Y quise romper ese espejo, loco de ira, cuando no me vi.














Eduardo Galeano