jueves, 14 de junio de 2018

LA IMPERTURBABILIDAD DEL BUDA







Durante muchos años el Buda se dedicó a recorrer ciudades, pueblos y aldeas impartiendo la Enseñanza, siempre con infinita compasión. Pero en todas partes hay gente aviesa y desaprensiva. Así, a veces surgían personas que se encaraban al maestro y le insultaban acremente. El Buda jamás perdía la sonrisa y mantenía una calma imperturbable. Hasta tal punto conservaba la quietud y la expresión del rostro apacible, que un día los discípulos, extrañados, le preguntaron: 





--Señor, ¿cómo puedes mantenerte tan sereno ante los insultos? 





Y el Buda repuso: 


--Ellos me insultan, ciertamente, pero yo no recojo el insulto. 





***





El Maestro dice: Insultos o halagos, que te dejen tan imperturbable como la brisa de aire al abeto.









Tomado del libro:


101 Cuentos clásicos de la India

Recopilación de Ramiro Calle

Fotográfía de Internet