Un hombre corría tras un ladrón. Justo en el momento en que iba a apoderarse de él, oyó gritar a alguien:
"¡Socorro! ¡A mí! ¡Pronto!"
Pensando que había un segundo ladrón en los alrededores, dio media vuelta para socorrer a quien había gritado.
"¿Qué pasa? preguntó.
-¡Mira esas huellas! ¡Corre deprisa en esa dirección!
-¡Pedazo de imbécil! ¿Qué me dices? Yo había encontrado ya al ladrón casi lo tenía. ¡Si lo he dejado escapar, ha sido sólo por tu llamada!
-¡Yo te señalo sus huellas y esas huellas bastan para establecer la verdad!
-O eres idiota o eres cómplice de ese ladrón. ¡Porque lo has salvado en el momento en que iba yo a cogerlo! ¡Y todo para mostrarme sus huellas!"
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet