Hablemos más del cambio sin esfuerzo. Se me ocurrió una bonita imagen para eso, un bote a vela. Cuando un viento poderoso empuja la vela de un velero, éste se desliza sin esfuerzo, de manera que el piloto no tiene que hacer nada sino dirigirlo. No hace ningún esfuerzo; no empuja el bote. Ésa es una imagen de lo que sucede cuando el cambio ocurre por medio de la consciencia, por medio de la comprensión.
Estuve mirando algunas de mis notas y encontré algunas citas que se acomodan a lo que he dicho. Escuchen la siguiente: "No hay nada más cruel que la naturaleza. En todo el universo no hay posibilidad de escapar de ella, y, sin embargo, no es la naturaleza la que hace daño, sino el propio corazón de la persona". ¿No tiene eso sentido? No es la naturaleza la que hace daño, sino el propio corazón de la persona. Hay una historia sobre un irlandés que se cayó de un andamio y se golpeó.
Le preguntaron:
-¿Te dolió la caída?
Y él dijo:
- No, no me dolió la caída sino la parada. Cuando se corta el agua, el agua no se lastima; cuando se corta algo sólido, se rompe. Usted tiene en su interior actitudes sólidas; tiene ilusiones sólidas; eso es lo que se golpea contra la naturaleza, ahí es donde su corazón se lastima, de ahí proviene el dolor.
He aquí una historia muy hermosa: Es de un sabio oriental,, aunque no recuerdo quién. Lo mismo que con la Biblia, no importa el autor. Lo que importa es lo que se dice: "Si el ojo no está obstruido, se tiene la visión; si el oído no está obstruido, el resultado es que se oye; si la nariz no está obstruida, el resultado es el sentido del olfato; si la boca no está obstruida, el resultado es el sentido del gusto; si la mente no está obstruida, el resultado es la sabiduría".
La sabiduría llega cuando usted descarta las barreras que ha erigido con sus conceptos y su condicionamiento. La sabiduría no es algo que se adquiera ; la sabiduría no es la experiencia; la sabiduría no es aplicarles a los problemas de hoy las ilusiones de ayer. Como me dijo alguien cuando yo estaba estudiando para obtener mi grado de psicología en Chicago, hace muchos años: "Con frecuencia en la vida de un sacerdote, cincuenta años de experiencia es un año de experiencia repetido cincuenta veces". Usted tiene en reserva las mismas soluciones: Así es como se debe tratar a los alcohólicos; así es como se debe tratar a los sacerdotes; así es como se debe tratar a las religiosas; así es como se debe tratar a una divorciada. Pero eso no es sabiduría. La sabiduría es ser sensible a esta situación, a esta persona, sin influencias del pasado, sin rastro de la experiencia del pasado. Esto no es exactamente lo que la mayoría de las personas están habituadas a pensar: Yo agregaría otra sentencia: "Si el corazón no está obstruido, el resultado es el amor". Durante estos días he hablado mucho del amor, aunque les dije que sobre el amor no se puede realmente decir nada. Solamente podemos hablar de las adicciones.
Pero sobre el amor mismo no se puede decir nada explícitamente.
Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet