Un día Medyun paseaba con su perro. Lo tomaba en brazos y lo acariciaba como un enamorado acaricia a su amada. Un hombre que pasaba por allí le dijo:
"¡Oh, Medyun! ¡Lo que haces es pura locura! ¿No sabes que la boca de un perro es sucia?"
Y se puso a enumerar todos los defectos de los perros. Medyun le dijo:
"¡No eres más que un idólatra de las formas! ¡Si vieses con mis ojos, sabrías que este perro es el secreto de Dios y la morada de Leila!"
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet