Un enamorado recitaba poemas de amor a su amada. Unos poemas llenos de lamentaciones nostálgicas.
Su amada le dijo:
"Si esas palabras me están destinadas, pierdes el tiempo puesto que estamos reunidos. ¡No es digno de un amante el recitar poemas en el momento de la unión!"
El enamorado respondió:
"Sin duda estás aquí. Pero, cuando estabas ausente, sentía un placer distinto. Bebía del arroyo de nuestro amor. Mi corazón y mis ojos se complacían. ¡Ahora, estoy frente a la fuente, pero está agotada!
-Realmente, dijo la amada, no soy yo el objeto de tu amor. Tú estás enamorado de otra cosa y yo no soy sino la morada de tu amado. El verdadero amado es único y no se espera otra cosa cuando se está en su compañía."
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet