En cierta ocasión, cuando el venerable  Maestro Yao Shan era abad,  estaba paseando por el patio del templo en compañía de sus dos discípulos, Tao Wu y Yun Yen. Ante el templo había dos árboles.  Uno  estaba  seco y el otro se hallaba en todo su esplendor.  Señalando los árboles, el Maestro preguntó: 
-¿Cuál de estos árboles está siguiendo el Camino correcto,  el seco o el que se halla en todo su esplendor? 
-El que se halla en todo su esplendor -respondió TaoWu. 
-El  brillo ciega los ojos -comentó  el Maestro,  y preguntó  de nuevo: 
-¿Cuál  es correcto,  el árbol seco o el espléndido? 
-El seco -respondió Yun Yen. 
-Está  dominado por  la inactividad .-explicó  el Maestro. 
En este momento  se les unió un monje, y Yao Shan le planteó la misma cuestión. 
-Un árbol seco se ajusta a su propia sequedad -respondió el monje-, un árbol espléndido sigue su propio esplendor.                                                                                       ,  1 
-¡No!  ¡No! -exclamó el Maestro, dirigiéndose a sus discípulos. 
Comentario:  En el pensamiento  de las personas corrientes, todas las cosas  pueden diferenciarse por su nombre y relacionarse en términos de dualidad.  En éste  caso, «un árbol que se halla en todo su esplendor», y que refleja el concepto positivo  de «es», fue la respuesta escogida por Tao Wu. Sin embargo,  el Maestro  no aprobó esta respuesta. Por otra parte, «un árbol seco», que representa el concepto  de negativo  o «no es» fue la respuesta preferida por Yun Yen, pero la respuesta del Maestro señaló  que  su mente se  engañaba  igualmente. Aunque  el monje no escogió ninguno  de los dos conceptos opuestos, su respuesta presuponía la existencia de ambos y probaba  el hecho  de que no se había liberado de la cadena de la muerte y del renacimiento. Ésta es la razón por la que  el Maestro no pudo aceptar su respuesta y exclamó: «¡No!  ¡No!» No lo hizo sólo para protestar contra el error,  sino principalmente para que surgieran las dudas en sus discípulos, que les permitieran  llegar a una compresión  por sí  mismos.
Extracto tomado del libro:
100 Koans del budismo Chan
Alexander Holstein
Imágenes tomadas del Internet

