Truenos y lluvia por la noche.
El crecimiento viene con conmoción.
La expresión y la duración
aparecen en el primer momento.
Las cosas no pueden permanecer en calma por siempre. Puede que las tormentas invernales destruyan algunas cosas, pero también preparan el camino para la vida.
Si hay cosas que son arrasadas, es apropiado. Tiene que haber una oportunidad para las nuevas cosas vivas de emerger y comenzar su propio ciclo.
Todo crecimiento viene con una conmoción. Cuando un brote quiebra su envoltura y fuerza su camino hacia la superficie de la tierra, es el clímax de una larga y profunda acumulación de fuerza vital. Podemos pensar que pasó súbitamente, pero en realidad, emergió como producto de ciclos sutiles y ocultos.
Cuando aparece el brote, lleva en sí el patrón completo para su crecimiento, quizás incluso el potencial de un árbol enorme. Aunque sea necesario tiempo y las condiciones correctas, ninguno de estos factores agrega nada a la naturaleza inherente del brote. Él encarna completamente su destino. Por lo tanto, el crecimiento y el carácter de la planta –y su vida misma- están del todo presentes al momento del emerger.
Extracto del libro:
365 Meditaciones Tao
Fotografía tomada de internet