-¿Tienen los perros la naturaleza del Buda?
-No -fue la respuesta.
-Incluso los más diminutos insectos poseen una mente, así que tienen el potencial de convertirse en Budas. Entonces, ¿por qué los perros no lo tienen?
-Debido al «aprendizaje» -respondió el Maestro.
Posteriormente, otra persona le planteó a Chao Chou la misma pregunta:
-¿Tienen los perros la naturaleza del Buda?
-Sí -respondió.
-Pero ¿por qué mordió el perro la bolsa de piel?
-Porque comprendió su potencial para convertirse en Buda y, por ello, hizo lo que estaba prohibido.
Comentario: Chao Chou respondió a la misma pregunta de dos formas diferentes. Desde el punto de vista del mundo eso era más bien contradictorio. Sin embargo, para el Maestro chan, era una forma viva de enseñar. En la tradición chan, lo primero que un practicante debe hacer es aflorar sus dudas. Si no tiene dudas, nunca alcanzará la realización. Al responder una pregunta, los maestros chan normalmente tienen que determinar la intención y el estado de mente de la persona que pregunta, antes de dar la respuesta adecuada.
Cuando Chao Chou respondió «no», estaba aludiendo al hecho de que los perros no alcanzan los Cuatro Niveles Morales (moralidad pura). La respuesta «sí» significaba que los perros, como todos los demás seres, tenían el potencial de convertirse en Buda, pero por el hecho de su aprendizaje deliberado, nunca aparecería la moralidad pura. Es ésta la razón por la que el Maestro dijo «no» la primera vez. Por otra parte, aunque el perro había comprendido su potencial para convertirse en Buda, rompió la prohibición causando el mal. Ésta fue probablemente la razón por la que fue reducido de nuevo a la forma de perro una y otra vez. Parece que la primera respuesta «no» significaba simplemente que el Maestro estaba en desacuerdo, y respondió en forma negativa. Sin embargo, este «no», según el pensamiento chan, es uno de los que echan abajo todos los pensamientos confusos.
Extracto tomado del libro:
100 Koans del budismo Chan
Alexander Holstein
Imágenes tomadas del Internet