Dice la historia que aquel mismo mes se reunió en asamblea la Iglesia Ortodoxa Rusa y que tuvo lugar un apasionado debate acerca del color del sobrepelliz que había que usar en las funciones litúrgicas. Algunos insistieron vehementemente en que debería ser blanco, mientras que otros defendían, con la misma vehemencia, que debería ser morado.
Nerón tocaba la lira mientras ardía Roma.
Luchar a brazo partido con una revolución es infinitamente más molesto que organizar una preciosa liturgia. Preferiría recitar mis oraciones antes que mezclarme en reyertas de vecindario.
Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet