jueves, 6 de mayo de 2021

26. RELIGIONES. FUNDAMENTOS I.


Las religiones no soportan el desarrollo de los pueblos porque suele 
acompañarse de los medios de la ilustración y la racionalidad. El resultado es un desplazamiento de las supersticiones, creencias mágicas y subjetivas que en muchos casos sirven de fachada al poder político-económico.

La religión se ha definido como una necesidad humana de comunicación con seres superiores, milagrosos y misteriosos a los que adorar y pedir. Esta necesidad de lo “superior” quizás explique un reconocimiento de la propia inferioridad. Por otro lado parece que si las religiones se modernizasen de acuerdo con los tiempos, atenderían tanto a las personalidades más primitivas como a otras más evolucionadas. Pero también se dice que se quedarían en simples O.N.G., organizaciones de Ayuda fundamentadas en los valores ideales del Ego como la bondad, la honestidad, sinceridad, justicia, austeridad. Los que así opinan dicen que si estos valores se atienden, para qué las religiones si hablan de lo mismo.

Podemos entender la adoración como un deseo frustrado de posesión.

Los humanos adoramos objetos de arte, el oro y los diamantes, edificios, el amor, el poder… Es decir que somos capaces de grandes sacrificios por obtener lo que ansiamos. Se adoran tópicos y costumbres, la propia identidad, las drogas, el sexo, las aventuras… personas, animales, paisajes,… Se adoran palabras, pensamientos, símbolos y creencias.

En el Zen decimos que forma parte del autoengaño creer en estas posesiones porque hemos descubierto que son ellas las que nos poseen ya que introducidas en la mente, se convierten en deseos irrenunciables que limitan todo intento de libertad desnuda.



Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet