El Mulla Nasruddin estaba pescando en el embarcadero cuando perdió el equilibrio y se cayó al agua. ‘Socorro! Socorro!’, la esposa de Nasruddin comenzó a gritar. ‘Mi esposo se está ahogando. Socorro! Socorro!’
Por fortuna sus gritos fueron escuchados por dos jóvenes fornidos del vecindario que se echaron al agua y sacaron al pobre Nasruddin.
Mientras yacía en el muelle secándose, la esposa de Nasruddin se inclinó sobre él y le susurró: ‘Te salvaron de ahogarte, hombre. No deberíamos darles una rupia?’
El Mulla abrió un ojo y le contestó: ‘Yo solo estaba medio ahogado. Basta con media rupia’
FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 310