George Gurdjieff solía contar una sencilla historia en la que había un mago que vivía internado en bosques y montañas y tenía miles de ovejas. Pero el problema era que las ovejas le temían, porque cada día veían que una de ellas era matada para su desayuno y otra para su cena, así que acostumbraban a escaparse, y era difícil encontrarlas en un bosque tan vasto.
Como era mago, usó su magia. Hipnotizó a todas las ovejas y les habló. A una le dijo: «Tú eres un hombre, no tienes que tener miedo. Sólo las ovejas serán matadas y comidas, tú no. Tú eres un hombre, como yo». A otra le dijo: «Tú eres un león, preferirías morir antes que huir. Tú no eres parte de ellas, así que cuando las matan, no es tu problema. Son para ser matadas, pero tú eres mi amigo más querido en este bosque».
De este modo, le contó a cada oveja una historia diferente, y a partir del segundo día dejaron de escaparse de la casa. Seguían viendo que otra oveja moría, que era sacrificada, pero eso no les preocupaba. Una era un león, otra era un tigre, otra era un hombre, otra era... Ninguna era una oveja, excepto la que era matada.
De este modo, sin ayuda de guardianes, mantenía miles de ovejas. Iban al bosque a por comida, a por agua, y volvían a casa creyendo siempre que: es alguna oveja la que va a morir, no tú. Tú no perteneces a esa plebe. Tú eres un león, respetado, honrado; un amigo del gran mago. Los problemas del mago estaban resueltos.
¿Y dices que la Humanidad se ha civilizado? No. Te han engañado. Y la Declaración Universal de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos, es la misma hipocresía.
FUENTE: OSHO: ‘Sobre los Derechos Humanos’, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com