Déjame pasear en la belleza y permíteme que mis ojos siempre puedan contemplar el rojo y el púrpura de la puesta de sol.
Haz que mis manos respeten las muchas cosas que tus has creado y agudiza mis oídos para oír tu voz.
Hazme sabio para comprender todas las lecciones que tu has escondido detrás de cada hoja y de cada roca.
Dame fuerza no para ser más fuerte que mi hermano sino para luchar contra mi peor enemigo: yo mismo. y hazme siempre listo para ir ante ti con las manos limpias y la mirada recta para que cuando la luz se desvanezca como se desvanece la puesta de sol mi espíritu pueda llegar ante ti sin ninguna vergüenza.
Encontrada en algún lugar de internet.