Debemos aprender a liberarnos de las condiciones y no tratar de oponernos a ellas o resistirlas. Y sin embargo, apelamos a ellas para cumplir con nuestros deseos. Buscamos toda clase de medios para ponerlas en orden o llegar a un acuerdo con ellas. Si el cuerpo se enferma y duele, no queremos que así sea, de modo que buscamos varios suttas para cantar. No queremos controlarlo. Estos suttas se convierten en alguna clase de ceremonia mística, haciendo que nos enredemos más con el apego. Eso es porque los cantamos con el propósito de alejar la enfermedad, prolongar la vida y así. En realidad, el Buda nos dio estas enseñanzas con el objetivo de ayudarnos a conocer la verdad sobre el cuerpo, para que podamos dejar ir y abandonar nuestros anhelos, pero terminamos cantándolos sólo para incrementar nuestra ilusión.
Extracto del libro:
No Ajahn Chah
Reflexiones
Fotografía de Internet