Pero desafiar a la propia institución exige aún más valor. Y fue esto lo que hizo Jesús.
Cuando Kruschev pronunció su famosa denuncia de la era staliana, cuentan que uno de los presentes en el Comité Central dijo: «¿Dónde estabas tú, camarada Kruschev, cuando fueron asesinadas todas esas personas inocentes?».
Kruschev se detuvo, miró en torno por toda la sala y dijo: «Agradecería que quien lo ha dicho tuviera la bondad de ponerse en pie».
La tensión se podía mascar en la sala. Pero nadie se levantó.
Entonces dijo Kruschev: «Muy bien, ya tienes la respuesta, seas quien seas. Yo me encontraba exactamente en el mismo lugar en que tú estás ahora».
Jesús se habría levantado.
Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet