Una persona que es es alguien que ha liberado todos los traumas acumulados desde que nació y que ha conseguido conectar con su eje.
El eje es la esencia de la persona, el yo auténtico. En el eje encontraremos la verdadera autoestima, que nada tiene que ver con la autovaloración. La autovaloración se refiere a sentirse orgulloso de los logros conseguidos en la vida, pero a veces esos resultados han sido impuestos por el sistema y, lo que es peor, son éxitos que nos han apartado de quienes somos en realidad. Hay mucha gente que comete el error de valorarse por sus estudios, su carrera profesional, su coche o su casa, porque es lo que aprendieron desde pequeños.
El concepto de Ser es muy distinto. Significa estar conectado con tu esencia y haber alcanzado un alto grado de autoestima. La autoestima es la facultad de saber apartar todo aquello nocivo en tu vida y que tarde o temprano acabaría destruyéndote. Estamos rodeados de personas que llevan piel de cordero, pero tienen un lobo en su interior. Hay cosas aparentemente bonitas y deseables, pero que al cabo del tiempo acaban con la destrucción de nuestro ser. Seguro que conoces a muchas personas con un cargo importante, que viven en una hermosa casa y tienen unos hijos preciosos, pero que no tienen tiempo ni de vivir. Cuando llegan a casa, los niños ya duermen y su esposa les ha dejado la cena a punto para calentar en el microondas. Después de cenar se van a dormir para al día siguiente poder coger un avión. ¿Esto es lo que deseas en tu vida? ¿Quieres pagar este precio?
Griselda Vidiella
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet