La Realidad, la Verdad, por ser Una, no es de nadie en exclusiva, porque es de todos; pero menos lo es de los que quieren cristalizarla, porque eso que se deja atrapar, ya no es Verdad.
Sólo hay vida en el presente, y vivir en el presente supone dejar los recuerdos, como algo muerto, y vivir las personas y los acontecimientos como algo nuevo, recién estrenado, abierto a la sorpresa que cada momento te puede descubrir.
Si no te agarras a ningún concepto, cosa o ideología, te será fácil descubrir dónde están la verdad y la realidad.
Cuando se te abran los ojos, verás cómo todo cambia, que el pasado está muerto y el que se duerme en el pasado está muerto, porque sólo el presente es vivo si tú estás despierto en él.
El ir contra la realidad, haciendo problemas de las cosas, es creer que tú importas, y lo cierto es que tú, como personaje individual, no importas nada.
Ni tú ni tus decisiones ni acciones importan en el desarrollo de la vida; es la vida la que importa y ella sigue su curso. Sólo cuando comprendes esto y te acoplas a la unidad, tu vida cobra sentido.
Y esto quea muy claro en el Evangelio.
Y esto quea muy claro en el Evangelio.
Del libro:
ANTHONY DE MELLO
ANTHONY DE MELLO
Lo Mejor de Anthony de Mello