Si os sintierais juntos, más armoniosos, de pronto sentiríais que una cierta gracia os rodea. Estas cosas funcionan como una reacción en cadena: una inicia otra, la otra inicia otra, y así van extendiéndose.
Pero, para empezar, sentiros menos culpables resulta de vital importancia. Se ha hecho sentir culpable a toda la humanidad... siglos de condicionamiento, de decirle a las personas que hagan esto y no aquello. Y no solo eso, sino que se las ha obligado aduciendo que si hacen algo que no está permitido por la sociedad o por la Iglesia, entonces son pecadores. Si hacen algo que es apreciado por la sociedad y la Iglesia, entonces son santos.
De modo que se ha engañado a todo el mundo para hacer las cosas que la sociedad quiere que hagan y para no hacer aquellas que no desea. Nadie se ha molestado en averiguar si eso es lo que a vosotros os gusta. Nadie se ha preocupado por el individuo. De modo que esto es lo básico... hay que adentrarse en una nueva luz, en una nueva conciencia, donde poder desembarazaros de la sensación de culpabilidad. Y luego seguirán muchas más cosas.
OSHO
Día a Día (día 12)