Pasa de la ira a la creatividad y de inmediato verás que en ti surge un gran cambio. Y mañana las mismas cosas no parecerán excusas para estar enojado.
De cien personas enojadas, cerca del cincuenta por ciento sufre de demasiada energía creativa que no ha sido capaz de poner en uso. Su problema no es la ira, aunque durante toda su vida seguirá pensando que sí lo es. En cuanto un problema se diagnostica correctamente, la mitad se ha solucionado.
Centra tus energías en la creatividad. Olvídate de la ira como problema, soslayala. Canaliza tu energía hacia más creatividad. Lánzate a algo que ames. En vez de hacer que la ira sea tu problema, deja que la creatividad sea el objeto de tu meditación. Pasa de la ira a la creatividad y de inmediato veras que en ti surge un gran cambio. Y mañana las mismas cosas no parecerán excusas para estar enojado, porque ahora la energía se mueve, está canalizada, está siendo sublimada, disfruta de sí misma, es danza.
¿A quién le importan las cosas pequeñas?
¿A quién le importan las cosas pequeñas?
OSHO
Día a Día (día 18)