Es algo dentro de nosotros, una rueda interior, que no deja de moverse. Simplemente obsérvala... es muy hermosa, porque al ser conscientes de ella, se ha conseguido algo. Ahora entiendes que estas libre de las excusas exteriores, porque fuera no ha pasado nada y, sin embargo, nuestro estado de ánimo ha cambiado en cuestión de minutos de felicidad a infelicidad. Eso significa que la felicidad y la infelicidad son nuestros estados de ánimo y que no dependen del exterior. Es una de las cosas más básicas que hay que comprender, porque entonces se puede hacer mucho.
Lo segundo que hay que comprender es que dependen de nuestra percepción. Así que esta atento y adquiere conciencia. Si la felicidad está ahí, obsérvala y no te identifiques con ella. Cuando esté presente la infelicidad, vuelve a observar. Es como la mañana y la noche. Por la mañana observas v disfrutas con el sol naciente. Cuando este se pone y desciende la oscuridad, también la observas y la disfrutas.
OSHO
Día a Día (día 25)