Así que no preguntes por el Camino y no preguntes por el método. No pidas la medicina, primero pregunta por la enfermedad que eres. Primero es necesaria una diagnosis profunda, y nadie puede diagnosticarla por ti. Tú has creado la enfermedad, y sólo el creador conoce todos los rincones y esquinas. Tú la has creado, así que sólo tú sabes cómo surgen estas complejidades, y sólo tú puedes resolverlas.
Un Maestro auténtico simplemente te ayuda a ir a ti mismo. Una vez que estás ahí, el Camino se abre. El Camino no puede ser dado, pero a ti se te puede arrojar sobre ti mismo. Y entonces sucede la conversión auténtica: no que un hindú se haga cristiano o un cristiano se haga hindú, sino que una energía que se movía hacia fuera se convierta en una energía que se mueve hacia dentro: eso es conversión. Te convierte en un "mirar hacia dentro". Toda la atención se mueve hacia dentro, y entonces ves toda la complejidad, la montaña.
Y si simplemente la observas, comienza a disolverse. Al principio parece una montaña; al final sentirás que era sólo una topera. Pero nunca la miraste porque estaba a tu espalda, y se hizo muy grande. Cuando la enfrentas, decrece inmediatamente, se convierte en una topera, te puedes reír de ella. Entonces ya no es una carga. Incluso puedes disfrutarla, y a veces puedes ir a dar un paseo matutino por ella.
Osho.