Lo más difícil del mundo es poder relacionarse con los propios padres. Perdonarlos es una de las cosas más complicadas, porque te han traído al mundo... ¿cómo los podrás perdonar?
A menos que empieces a amarte, a menos que alcances un estado en el que estés encantado con tu ser..., ¿cómo podrías darles las gracias antes? Estarás furioso... te trajeron al mundo y ni siquiera te consultaron. Han creado a esa persona horrible, a ese ser nauseabundo. Pero tú odias. ¿Por qué deberías sufrir porque ellos decidieron dar a luz a un bebé? Tú no tuviste nada que ver en el asunto. ¿Por qué te han arrastrado al mundo? Por eso la furia.
Si llegas al punto en el que eres capaz de amarte, en el que te sientas extático por ser, donde tu gratitud no conoce limites, entonces, de pronto, sientes que surge un gran amor por tus padres. Han sido las puertas por las que has entrado en la existencia.
De lo contrario, ese éxtasis no habría sido posible... ellos lo han hecho posible.
Solo entonces hay una relación nueva. Si no, cada sociedad del mundo ha estado entrenando a los niños para ser respetuosos con los padres, porque todas las sociedades saben que si los niños no son condicionados para ser respetuosos, ¡matarían a sus padres!
Pero si puedes celebrar tu ser -y ese es todo el objetivo de mi trabajo, ayudarte a celebrar tu ser-, entonces podrás sentir gratitud por los padres, por su compasión y amor. Y así no podrás únicamente perdonarlos, sino que además te puedes sentir tremendamente agradecido.
OSHO
Día a Día
Día 48