Érase una vez un gatito.
Alguien lo llevó a ver un tigre, cuyo tamaño era cincuenta veces el suyo.
El gatito dijo:
-Quien impresiona tanto debe valer poco. Si adentro tuviese realmente algo, no necesitaría ser tan voluminoso.
Tomado del libro:
Shah Idries
Monasterio Mágico