lunes, 7 de enero de 2013

EMPEZAR OTRA VEZ


Mira en derredor: sea lo que fuere lo que estuvieras haciendo, eso no es el fin. Ábrete otra vez, deja que el viaje empiece otra vez. Incorpora cosas nuevas... a veces peculiares, excéntricas, otras casi locas; todas ayudan.

A todos los inventores se los considera personas locas, excéntricas... lo son, porque van más allá del límite. Encuentran sus propios caminos. jamás caminan por las autopistas, no son para ellos; se mueven en el bosque. Hay peligro, pueden llegar a perderse, quizá no sean capaces de volver con la multitud, pierden contacto con la manada... 

A veces puedes fracasar. No digo que no puedas hacerlo -con lo nuevo siempre hay peligro-, pero también sentirás el entusiasmo. Y ese entusiasmo vale la pena el riesgo... vale la pena a cualquier precio. Así que, o bien incorpora algo nuevo al trabajo viejo para que sea nuevo y te ayude a crecer, que deje de ser mecánico y se torne orgánico, o bien cambia todo y empieza a hacer algo nuevo, absolutamente nuevo. Empieza de cero y conviértete en alfarero, en músico, en bailarín .. o en vagabundo... ¡cualquier cosa servirá! 

Por lo general, la mente dirá que esto está mal... ya te hallas establecido, eres esto y aquello; tienes un cierto nombre y fama y mucha gente te conoce, el trabajo te va bien y ganas un buen dinero, las cosas se encuentran asentadas, ¿por qué molestarte? Eso te dirá la mente. Nunca le prestes atención, pues la mente está al servicio de la muerte.

Leído de:
DÍA A DÍA
OSHO
Día 71