El amor no es algo que se pueda hacer.
Pero al hacer otras cosas, el amor surgirá
Hay pequeñas cosas que puedes hacer, estar sentados juntos, contemplar la luna, escuchar música, cosas que no tienen una relación directa con el amor. Este es muy frágil, delicado. Si lo observas, si lo miras directamente, desaparecerá. Solo surge cuando no estas pendiente de él, cuando haces otra cosa. No puedes ir hacia él en una trayectoria recta, como una flecha. El amor no es un blanco. Se trata de un fenómeno muy sutil... es muy tímido. Si lo encaras de forma directa, se esconderá. Si haces algo directo, lo perderás.
El mundo se ha vuelto muy estúpido con respecto al amor. Lo quiere de inmediato. Lo quiere como si fuera café instantáneo... siempre que lo quieres, lo pides, y ahí está.
El amor es un arte delicado; no es nada que puedas hacer. A veces esos raros momentos felices surgen... entonces desciende algo de lo desconocido. Ya no estas en la Tierra, te encuentras en el Paraíso. Leyendo un libro con tu amante, absortos en él, de pronto descubres que una cualidad diferente de ser ha surgido alrededor de los dos. Algo te rodea como un aura y todo es apacible. Pero no hacías nada directamente. Solo leías un libro, o dabas un paseo, agarrados de la mano contra el fuerte viento... y de pronto está ahí. Siempre te sorprende.
Del libro:
DÍA A DÍA
OSHO
Día 75