El pensamiento central de la persona apegada afectivamente y con baja tolerancia a la frustración, se expresa así:
“No soy capaz de aceptar que el amor escape de mi control. La persona que amo debe girar a mi alrededor y darme gusto. Necesito ser el centro y que las cosas sean como a mí me gustaría que fueran. No soporto la frustración, el fracaso o la desilusión. El amor debe ser a mi imagen y semejanza”.
Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso