Autodependencia es un espacio que tiene que ver, a veces, con cierta ingratitud.
Porque la gente autodependiente no es manipulable. Y todo el mundo detesta a aquella gente que no se deja manipular.
Nos encanta pensar que...
“¡Hay cosas que no podés hacer!”
“¡Hay cosas que no me podés decir!”
“¡Vos no me podés decir eso a mí!”
Y digo:
¿Por qué no?
Yo trabajo todo el día en el consultorio. Hay gente que hablando de otro me dice:
“¡No puede ser tan hijo de puta!”
Y yo digo:
¿Por qué no puede? Puede ser así de hijo de puta, más hijo de puta, recontra... ¿Por qué no va a poder serlo? Puede ser todo lo hijo de puta que quiera, ésta es su decisión.
Y será tu compromiso y tu responsabilidad defenderte de este tipo que es una mala persona. Esto es tuyo, no de él.
“¡No, porque él no puede!” Sí puede.
“Él no debe...”
¿Por qué no debe? ¿A quién le debe? No debe nada.
Es tu responsabilidad. No podemos seguir echándole la culpa al otro. No podemos seguir creyéndonos esta cosa que ya ni siquiera es una pauta educativa.
Del libro:
EL CAMINO DE LA AUTO-DEPENDENCIA
Jorge Bucay