El maestro dijo:
-Los problemas que no queremos resolver son como mochuelos que revoletean a nuestro alrededor, dándonos jaquecas. Otros nos los tragamos por no poder compartirlos con nadie, provocándonos una pesada indigestión. Otros los encerramos bajo la alfombra, con lo que se intoxicarán nuestros pobres herederos cuando los encuentren. Y otros se los pasamos a los que conviven con nosotros, fastidiándoles sus esqueletos . Conocí a una mujer que transformó sus hombros en un posadero de mochuelos ajenos y padecía dolor de hombros.
-¡Mejor sería matar mi mochuelo de un tiro!- exclamó el discípulo.
-¡Insensato! El mochuelo es tu maestro, si no te mata, escúchalo. Cuando hayas entendido su mensaje, él sólo se marchará lejos.
Si la crisis no te mata, vívela en modo crisálida. Prepárate para lo nuevo que nacerá en ti y en tu mundo.
Carmen sol
Tomado del blog de Plano Creativo