Cuando la conciencia crece, y te vuelves claramente alerta, la aceptación es una consecuencia natural.
La aceptación es un desarrollo posterior de la conciencia. La codicia está ahí, obsérvala La ambición está ahí, obsérvala Ahora mismo no lo compliques con la idea de aceptarla, porque si intentas aceptar y no puedes, empezaras a reprimir. Así es como la gente ha reprimido. No puede aceptar, de forma que el único modo es olvidar las cosas y guardarlas en la oscuridad. Entonces uno está bien. Uno siente que no hay problema.
Primero, olvídate de la aceptación. Simplemente se consciente. Cuando la conciencia crece, y te vuelves claramente alerta, la aceptación es una consecuencia natural. Al ver el hecho, hay que aceptarlo, porque no hay ninguna otra parte a la que ir. ¿Qué puedes hacer? Está ahí como tus dos ojos y orejas. No hay, cuatro, solo dos. Simplemente, se más y más consciente. No introduzcas más complejidad en el asunto. La conciencia es suficiente trabajo. La codicia está ahí, así que trata de averiguar cuánta hay, lo enraizada que está, dónde se encuentra, dónde la estas escondiendo. Sácala a la luz, exponla a la luz. Al verla una y otra vez, quizá veas que una aceptación natural surge por su propia cuenta. Y esa aceptación es transformación. Una vez aceptada la codicia, se desvanece. Ese es el milagro. Una vez aceptada la ira, esta desaparece. Recházala y continuará.
En cuanto aceptas algo, si es real, solo entonces puede permanecer. Si es irreal, se disolverá. El amor permanecerá, el odio se disolverá. La compasión permanecerá, la ira se disolverá.
Del libro:
Día a Día
Osho
Día 140