viernes, 14 de junio de 2013

SUS PROBLEMAS PSICOLÓGICOS, LE IMPIDEN AMARME



Distorsión cognitiva: Excusar o justificar el poco o nulo amor recibido, impiden alcanzar la posición realista mencionada, y fortalece irracionalmente la conducta del apego.

SEGUNDA EXCUSA . “Los problemas psicológicos que tiene, le impiden amarme 

La mayoría de las personas dependientes que no se sienten amadas tienden a justificar el desamor de su pareja mediante causas psicológicas o traumas infantiles. Las razones más comunes abarcan timidez, introversión, miedo a entregarse, problemas de personalidad, mala crianza, o el famoso Edipo no resuelto. Un número considerable de mujeres y hombres rechazados afectivamente inician una romería de especialista en especialista, para hallar algún tipo de alteración (ojalá curable) que explique la indiferencia de su pareja.

Es cierto que algunos desórdenes psicológicos pueden producir un descenso transitorio en la capacidad de amar, como es el caso de la depresión. También es verdad que existen trastornos de la personalidad que bloquean todo contacto afectivo (por ejemplo, los esquizoides). Incluso hay alteraciones de origen hormonal/metabólico que merman el placer del intercambio afectivo. Sin embargo, la mayoría de las veces no se llega al desamor por una afección orgánica o psicológica, sino por puro desgaste. Un buen día, el amor, supuestamente inalterable y ultrarresistente, se derrumba sobre sí mismo; sencillamente se acaba o nunca existió. Aunque nos resistamos a creerlo, si el afecto se descuida puede extinguirse para siempre.

Como es obvio, es menos doloroso creer que el alejamiento de la persona amada se debe a una anomalía y no al desafecto. Decir, “Está enfermo”, no duele tanto como decir, “Se cansó de mí”. Al menos en el primer caso queda la posibilidad de alguna droga milagrosa (quizás un Viagra afectivo), y en el segundo, si somos dignos, sólo queda hacer mutis por el foro.

Si los problemas psicológicos que tiene tu pareja le impiden brindarte el cariño que necesitas, ayúdala. Si pese a saber tu sufrimiento no pide ayuda, cuestiona su amor o su cordura. Y si no hay alteraciones evidentes a la vista, acércate con discreción: e posible que la causa del desamor no sea más que desamor.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso