Desde un helicóptero alguien dejó caer, por casualidad, un puñado de semillas sobre la cima de una montaña. Cuando crecieron, las plantas se felicitaron: “¡Cuán buenas alpinistas somos! ¡Miren hasta donde hemos trepado!”
COMENTARIO.- A veces las circunstancias nos encumbran. En esos altos puestos no perdamos nuestra humildad, porque también las circunstancias puedan lanzarnos hacia abajo.