Hay dos tipos de esclavos, los extravertidos y los introvertidos.
Una persona que no es libre para moverse según el momento y la situación, es una esclava. Hay dos tipos de esclavos: los extravertidos y los introvertidos. Los primeros son los esclavos de lo exterior: no pueden ir hacia dentro, no saben cómo hacerlo, han olvidado por completo la ruta. Si hablas de ir hacia dentro, simplemente te miran desconcertados. No entienden de qué hablas; les parece que dices tonterías. Para ellos son tonterías... carecen de sentido.
Una persona que se ha vuelto demasiado introvertida empieza a perder la capacidad de relacionarse, de responsabilizarse y ser activa, y pierde muchas cosas. Se cierra en sí misma, es como una tumba.
La persona realmente sana no está anclada en ninguna parte. Exhala e inhala; exhala libremente e inhala de igual manera. Dentro y fuera son como el aliento que aspira y espira, y es libre en ambos. Y eso le permite estar más allá de ambos, posee trascendencia. Es la persona total.
Del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 186
DÍA A DÍA
Osho
Día 186