Para notar si te has dejado atrapar por el tiempo psicológico, puedes usar un criterio muy simple.
PREGÚNTATE: ¿Hay alegría, fluidez y ligereza en lo que estoy haciendo? Si no la hay, es que el tiempo encubre el momento presente y percibes la vida como una carga o como un esfuerzo.
Si no hay alegría, fluidez o ligereza en lo que haces, eso no significa necesariamente que tengas que cambiar lo que haces. A veces, simplemente, basta con cambiar la manera de hacerlo. El «cómo» siempre es más importante que el «qué». Trata de conceder mucha más atención a lo que haces que al resultado que esperas obtener. Centra toda tu atención en lo que el momento te ofrezca. Esto implica aceptar plenamente lo que es, porque no puedes conceder toda tu atención a algo y al mismo tiempo resistirte a ello.
En cuanto honras el momento presente, toda infelicidad y esfuerzo se disuelven, y la vida empieza a fluir con alegría y suavidad. Si tus actos surgen de la conciencia del momento presente, cualquier cosa que hagas, hasta la acción más simple, quedará impregnada de calidad, cuidado y amor.
PRACTICANDO EL PODER DEL AHORA (extracto)
Enseñanzas, Meditaciones y Ejercicios Esenciales
Eckhart Tolle