jueves, 14 de noviembre de 2013

COMPARACIÓN


Mi sugerencia es: disfruta de la música, de la poesía, de la naturaleza, pero evita la tentación de diseccionarlas. Y tampoco compares, porque las comparaciones son inútiles.


No compares una rosa con una caléndula. Las dos son flores, de modo que es indudable que poseen ciertas similitudes, pero ahí es donde termina su parecido. También son únicas. Una caléndula es una caléndula... su color es de un dorado danzarín. La rosa
es una rosa... esa tonalidad rosácea, esa viveza. Las dos son flores, de modo que ambas son similares, puedes encontrar similitudes, pero no tiene sentido hacerlo. Puedes perder de vista su singularidad, y esa singularidad es hermosa. Las similitudes no tienen mucho sentido. 

Hay personas que no paran de encontrar similitudes: qué hay de similar en el Corán y en la Biblia, y qué es similar en la Biblia y en los Vedas. Son personas estúpidas; pierden su tiempo y perderán el tiempo de otras personas. Busca siempre lo único y evita la tentación de compararlo, porque la comparación lo tornará mundano, mediocre.

Jesús convirtió el agua en vino. Ese es el milagro de un poeta, eso es poesía... convertir agua en vino. Las palabras corrientes se vuelven tan embriagadoras cuando proceden de un poeta, que uno puede emborracharse. Pero luego están los profesores, los maestros y los eruditos que hacen exactamente lo opuesto: son expertos en convertir el vino en agua. ¡Son los verdaderos anticristo! No hagas eso. Si no puedes convertir el agua en vino, es mejor no hacer nada.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 194