martes, 24 de diciembre de 2013

CONFUSIÓN FELIZ


La claridad es de la mente. La felicidad es de la totalidad. Todo lo que esta vivo siempre es confuso. Solo las cosas muertas están claras y, no son confusas.

No busques la claridad, de lo contrario empezaras a aferrarte a tu desdicha, porque esta es muy clara. Ve a ver a un médico si tienes alguna enfermedad que él pueda diagnosticar de un modo preciso. Te puede diagnosticar si tienes cáncer, o esto o aquello; mil y una enfermedades. Pero si estas sano, no tiene nada que diagnosticar. De hecho, la ciencia médica no tiene nada con lo que definir qué es la salud. En el mejor de los casos, puede decir que no estas enfermo, pero no puede mostrarse muy definitiva acerca de lo que es la salud. No se puede clasificar. La felicidad es más grande que la salud. 

La salud es la felicidad del cuerpo, la felicidad es la salud del alma.

Así que no te molestes con la claridad. ¿Qué tienes que ver tu con la claridad? Aquí no estamos centrados en la aritmética. Solo los tontos hacen eso. Olvidate por completo de la claridad. La confusión es caótica, desde luego... aterradora... pero la aventura y el desafío están ahí. Acepta el desafío y lanzate de cabeza. No le prestes mucha atención a la confusión. Centrate más en la felicidad y olvidate de la confusión, porque esta se hallará presente. 

Cuando entres en un nuevo territorio que nunca antes has probado, tus viejos patrones estarán confusos. Escucha a la felicidad; deja que esta sea el indicador. Deja que eso decida tu dirección y avanza hacia allí.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 213