sábado, 4 de enero de 2014

EL TONTO POSTERGA HASTA MAÑANA, EL SABIO VIVE AHORA


"La vida no puede existir sin la muerte; por eso la muerte no es el enemigo. ¿Cómo va a ser la muerte la enemiga de la vida si la vida no puede existir sin ella? Tiene que ser la amiga: le prepara el terreno a la vida, ayuda a la vida, provoca a la vida, desafía a la vida.

Simplemente piensa: si tu cuerpo fuera a vivir eternamente, no vivirías en absoluto, porque tendrías un infinito para posponerlo todo. "¿Por qué amar hoy si hay mañana? Y si el mañana es infinito, entonces ¿para qué molestarse? ¿Por qué bailar hoy? Ya veremos mañana". Simplemente imagina: si tu vida corporal fuera a ser eterna, tu postergación se volvería eterna.

No puedes postergar, porque no estás seguro de si va a haber un mañana o no. Nadie sabe si llegará la siguiente respiración o no, por eso sólo los tontos postergan. El sabio vive, y el sabio vive aquí-ahora. No puede permitirse la postergación porque sabe: "Sólo este momento es mío, sólo este mismo momento es mío. El momento siguiente puede que lo sea, puede que no. ¿Cómo voy a posponer? ¿Cómo voy a decir "mañana"?".

El tonto posterga hasta mañana, el sabio vive ahora. El sabio no conoce otro tiempo que ahora ni otro espacio que aquí, y el tonto se mete en cosas que podían haberse postergado eternamente...; las vive ahora mismo. Si está enfadado, lo vive ahora mismo. Si está amoroso, dice: "Ya veremos mañana". Todo lo que es estúpido lo sigue viviendo, y todo lo que es luminoso lo sigue postergando. El sabio también posterga, pero sólo posterga las estupideces.

Gurdjieff solía decirles a sus discípulos: "Cuando murió mi abuelo, yo sólo tenía nueve años. Me llamó para que me acercara a su lecho de muerte y me susurró al oído". Debió haber amado inmensamente a este niño. Debió haber visto el potencial del chico. Le susurró al oído: " No tengo nada que darte más que un pequeño consejo, y no sé si serás capaz de comprenderlo ahora mismo o no. ¡Pero recuérdalo! Puede que algún día seas lo suficientemente capaz, lo suficientemente maduro para comprenderlo. Simplemente recuérdalo. Y es un consejo sencillo: si quieres hacer algo malo, postérgalo durante veinticuatro horas, y si quieres hacer algo bueno, no lo pospongas nunca ni un solo momento. Si quieres estar enfadado, violento, agresivo, postérgalo durante veinticuatro horas. Si quieres ser amoroso, compartir, no lo pospongas ni un solo momento. ¡Vívelo ahora mismo inmediatamente!".

Y Gurdjieff solía decirles a sus discípulos: "Este simple consejo transformó toda mi vida".

¿Y cómo vas a enfadarte si puedes postergarlo durante veinticuatro horas? Es imposible... Veinticuatro horas de contemplación y todo el absurdo te resultará obvio, y todo te parecerá ridículo. Y Gurdjieff se transformó realmente con este simple mensaje. A veces, mensajes muy simples pueden transformarte..., pero tienes que vivirlos".

Osho
El secreto de los secretos. Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada
Tomado del blog: Osho Maestro