lunes, 17 de febrero de 2014

CONVERTIR LA BASURA EN FLORES


El jardinero ecológico no arroja la basura porque sabe que la necesita. Puede transformar la basura en abono orgánico, para que éste a su vez se vuelva a transformar en lechugas, pepinos, rábanos y flores. En tu condición de practicante, tú eres una especie de jardinero, de jardinero ecológico.

Tanto la ira como el amor tienen una naturaleza orgánica, lo cual significa que ambos pueden cambiar. El amor puede transformarse en odio. Tú ya lo sabes muy bien. 

Muchos de nosotros empezamos una relación sintiendo un gran amor, un amor muy intenso, tan intenso que creemos que sin nuestra pareja no podemos vivir. Sin embargo, si no ponemos en práctica el ser conscientes, al cabo de uno o dos años nuestro amor acaba transformándose en odio.

Y entonces, al estar con nuestra pareja, tenemos el sentimiento opuesto, nos sentimos fatal. Nos resulta imposible seguir viviendo juntos, así que el divorcio es la única alternativa que nos queda; nuestra flor se ha convertido en basura. Pero con la energía de la plena conciencia, puedes observar la basura y decir: «No tengo miedo. Soy capaz de volver a transformar la basura en amor».

Si ves que en ti hay elementos de basura, como el miedo, la desesperanza o el odio, no te dejes llevar por el pánico. Como buen jardinero ecológico, como buen practicante, puedes afrontarlo: «Reconozco que en mí hay basura. Voy a 
transformar esta basura en un nutritivo abono orgánico para que el amor vuelva a aparecer».

Quienes confían en la práctica no piensan en huir corriendo de una relación difícil. Cuando conoces las técnicas de respirar, caminar, sentarte y comer de manera consciente, puedes generar la energía de ser consciente y abrazar la ira o la desesperanza cuando surjan. Por el mero hecho de abrazarlas ya te sentirás mejor, y mientras sigues abrazándolas, puedes practicar el observar a fondo su naturaleza.

La práctica tiene dos etapas. 

La primera es la de abrazar y reconocer: 
«Querida ira, sé que estás ahí. Me estoy ocupando muy bien de ti». 

Y la segunda es observar a fondo la naturaleza de la ira para averiguar cómo ha surgido.

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh