sábado, 21 de junio de 2014

LA FELICIDAD NO ES UNA CUESTIÓN INDIVIDUAL


Esto no significa que tengas que ocultar la ira que sientes.

Has de dejar que la otra persona sepa que estás enojado y que sufres, es muy importante. Cuando te enfades con alguien, te ruego que no finjas no estar enojado, no pretendas que no estás sufriendo. Si aprecias a la otra persona, has de confesarle que estás enojado y que sufres. Díselo serenamente.

En el verdadero amor no hay cabida para el orgullo. No puedes pretender que no sufres, que no estás enojado, ya que esta clase de negación se basa en el orgullo: « ¿Enojado? ¿Yo? ¿Por qué debería estarlo? Estoy perfectamente». Pero en realidad no estás bien, estás viviendo en un infierno, la ira te está abrasando, y debes decírselo a tu pareja, a tu hijo o a tu hija. Tendemos a decir: « ¡Para ser feliz no te necesito, puedo serlo sin ti!». Pero con este engaño estamos rompiendo la promesa inicial que hicimos de compartirlo todo.

Al principio de vuestra relación os decíais: «No puedo vivir sin ti. Mi felicidad depende de ti». Os hacíais este tipo de declaraciones. Pero más tarde, cuando os enfadáis, decís lo contrario: « ¡No te necesito! ¡No te acerques a mí! ¡No me toques!». Y tú prefieres ir a tu habitación y cerrar la puerta.

Intentas hacer todo lo que puedes para demostrar que no necesitas a la otra persona. Es un comportamiento muy humano, muy común, pero carece de sabiduría.

La felicidad no es una cuestión individual. Si uno de vosotros no es feliz, el otro tampoco podrá serlo.

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh