jueves, 18 de septiembre de 2014

ANÚLATE Y ME HARÁS SENTIR BIEN


El descaro: «Anúlate y me harás sentir bien»

En ocasiones, el intento de equilibrar la relación llega por un camino más escabroso e insano. La persona que posee el déficit vela a la pareja que sobresale para poder sobrellevar el sentimiento de inferioridad, ésta lo asume como un «sacrificio de amor». El descaro se hace evidente en frases como ésta: «Tu éxito me deprime, ¡no es justo conmigo!». Y a veces la respuesta de la otra persona es aún más sorprendente que el descaro mismo: «Trataré de no destacar tanto para que no te sientas mal». Explotador y explotado, unidos y asociados hasta el final. 

Un señor que se sentía poco atractivo y fracasado económicamente temía que algún hombre guapo y triunfador pudiera conquistar a su esposa. El método perverso y casi delirante que había desarrollado para blindar la relación era inducirla a comer todo el día para que engordara y no se viera tan atractiva; también trataba de que se vistiera mal. Mientras él hacía todo lo posible para «deslucir» a su pareja, ella ni siquiera sospechaba que la verdadera intención de su «amado» era alejar a cualquier candidato que le resultara amenazante.

El argumento del hombre era desconcertante: «Si fuera menos atractiva, viviría más tranquilo». Cuando le pregunté por qué no confiaba más en su mujer y en sí mismo, en vez de crear semejante enredo, me respondió: «Soy un hombre desconfiado por naturaleza. No soy capaz de echarle ácido a la cara, aunque lo he pensado. Así que he buscado algo más suave que no le haga tanto daño: afearla sólo un poco.»

Extracto del libro: 
Manual Para No Morir de Amor 
Walter Riso