viernes, 26 de septiembre de 2014

CÓMO EXPRESAR LA IRA CON SABIDURÍA


Cuando la ira se manifiesta en nosotros, hemos de reconocer y aceptar que está ahí y que necesitamos cuidar de ella. En ese momento es aconsejable no decir ni hacer nada llevados por la ira.

Volvemos en el acto a nosotros mismos y, al mismo tiempo, invitamos a la energía de ser consciente a manifestarse, para abrazar y reconocer nuestra ira y cuidar de ella.

Pero también es aconsejable contar a la otra persona que estamos enojados, que estamos sufriendo. «Cariño, sufro, estoy enojado y quiero que lo sepas». Y si eres un buen practicante, añades también: «Voy a hacer todo lo que pueda para ocuparme de mi ira». Y puedes concluir con esta tercera frase: «Por favor, ayúdame», porque para ti esa persona sigue siendo una persona muy íntima, muy cercana. Todavía la necesitas.

Expresar así tu ira es muy sensato, demuestras ser muy sincero y fiel porque al principio de tu relación prometiste a tu pareja que lo compartirías todo con ella, tanto lo bueno como lo malo.

Este tipo de lenguaje, este tipo de comunicación, le inspirará respeto y motivará a tu pareja a reflexionar sobre lo que os ha ocurrido, y a practicar como tú. Verá que te respetas, que demuestras que cuando estás enojado sabes cuidar de tu ira, ya que estás haciendo todo lo posible por abrazar la ira que sientes y ya no ves a tu pareja como a un enemigo que hay que castigar, sino como a un aliado que sigue a tu lado para apoyarte. Es muy positivo decir estas tres frases.

Recuerda que has de decírselo en un plazo de veinticuatro horas. El Buda dijo que un monje tiene derecho a estar enojado, pero no por más tiempo que una noche. No es sano guardarte la ira dentro de ti durante demasiado tiempo. No mantengas en secreto el sufrimiento o la ira que sientes durante más de un día. Di esas tres frases con serenidad y afecto, y ejercítate para hacerlo.

Si no estás lo bastante tranquilo para expresar la ira que sientes y el plazo de tiempo está a punto de finalizar, escribe esas tres frases en un papel y entrégaselo a tu pareja. «Cariño, estoy enojado y estoy sufriendo. No sé por qué me has hecho o dicho esto. Quiero que sepas que estoy sufriendo. Que estoy intentando hacer lo mejor que puedo la práctica de cuidar de la ira que siento. Cariño, necesito que me ayudes». Mándale esta nota de paz y asegúrate de que la reciba. En el momento que se lo digas o que le envíes la nota, te sentirás ya mejor.

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh