sábado, 13 de septiembre de 2014

LAS BUENAS PAREJAS SE COMPENSAN POR LO POSITIVO


Un hombre me comentaba que cuando estaba en una reunión social intentaba parecer menos culto de lo que en realidad era para que su esposa, una persona poco informada, no se sintiera mal. Parejas disparejas que se equilibran en el subsuelo e intentan rehabilitar las incompatibilidades de manera inadecuada. No hay que cortarse una pierna para igualar la cojera del otro, es más saludable buscar un soporte o una pierna ortopédica, si lo que interesa es que la relación avance. Cuando le pregunté a la esposa de mi paciente si ella se sentía incómoda por no alcanzar el «nivel cultural» que tenía su marido, me respondió que no, que por el contrario, se sentía orgullosa de tener un hombre ilustrado y que cada cual tiene sus fortalezas y debilidades. El problema no era de ella.

El camino del crecimiento afectivo es buscar lo positivo en el otro y lo positivo en uno para ensamblarse en esos puntos: estar atentos a lo negativo para modificarlo y estar atentos a lo positivo para consolidarlo. Sin esguinces ni mentiras, con el dolor que se requiera y el tiempo que sea necesario. Entonces el proceso de ajuste será dinámico, realista y honesto, y quizá hasta divertido.

Extracto del libro: 
Manual Para No Morir de Amor 
Walter Riso