viernes, 24 de octubre de 2014

DISCIPLINA TOTAL


La disciplina total es otro de los componentes de una soledad encajada. Disciplina total significa que en cada oportunidad estamos dispuestos a volver delicadamente al momento presente. Esto es la soledad como disciplina total. Estamos dispuestos a sentarnos en soledad, a estar simplemente allí, solos. No tenemos que cultivar este tipo de soledad de manera especial; simplemente podemos sentarnos inmóviles el tiempo suficiente como para darnos cuenta de que, en realidad, las cosas son así.

Estamos fundamentalmente solos y no tenemos nada a lo que agarrarnos. Además, esto no es ningún problema; de hecho, nos permite descubrir un estado de ser absolutamente no manipulado. Nuestras suposiciones habituales —todas nuestras ideas de cómo son las cosas—nos impiden ver las cosas de manera fresca y abierta.

Decimos: «Ah, sí, ya sé»; pero no sabemos, no conocemos nada íntimamente, no tenemos ninguna certeza respecto a nada. Esta verdad básica resulta dolorosa y queremos huir de ella, pero relajarnos y volver a algo tan familiar como la soledad es una buena disciplina para darnos cuenta de la profundidad de los momentos irresueltos de nuestra vida.

Cuando huimos de la ambigüedad de la soledad nos 
estamos timando a nosotros mismos.

Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron