jueves, 13 de noviembre de 2014

EL TESORO ESTÁ DENTRO DE TI


Nadie sabe quién es Dios, y lo dice Santo Tomás de Aquino: «Como es imposible saber la naturaleza de Dios, es imposible hablar de Dios». No es posible comprender a Dios, porque escapa a todo razonamiento. Me preguntan si lo que yo explico es la teología de la liberación, y yo contesto que lo que yo explico es la liberación de toda teología. Yo estoy de acuerdo con la liberación, pero no con la palabra «teología», para hablar de la liberación. Para liberarte, lo que necesitas es darte cuenta de tu programación y de las premisas falsas en que apoyas tus acciones.

Me enfado. ¿Por qué me enfado?. Porque soy exigente. ¿Eres capaz de soltar esas exigencias?. Darte cuenta de todo esto. El conflicto viene de las insatisfacciones e intolerancias que tienes contigo mismo. Si tú no te aceptas a ti mismo, ¿Cómo vas a tolerar a los demás?. Andarás exigiéndote a ti y a los demás continuamente, y siempre insatisfecho. Si tú no cambias, ¡ay de ti y de los que te rodean!, pues te convertirás en un fariseo intolerante. El secreto de la liberación te llegará cuando te hartes de sufrir. Necesitas encontrar «el tesoro escondido» que sólo está dentro de ti.

Al hombre sabio es imposible hacerlo esclavo. La verdadera libertad está por encima de las leyes, de las razas, de políticas, de fronteras y de idiomas. Recordad aquellas palabras que dijo un sabio griego cuando iban a venderlo como esclavo: «Aquí está un maestro, ¿Hay algún esclavo que desee comprarme?».

Gandhi decía que la libertad de la patria le importaba un bledo, porque lo importante es la libertad del hombre. Tenía una visión clarísima de las prioridades: primero Dios y descubrir ese tesoro que está dentro del hombre.

Decía: «Tengo para mí que el fin de la vida es la visión de Dios, y he de conseguirlo, si es preciso, sacrificándolo todo: familia, patria y hasta la vida».

Desgastamos la vida en tonterías que nada valen. Y la vida es el más preciado regalo que se puede desear. Intentar impresionar a la gente, buscar riquezas, honores, prestigio... ¿Para qué sirve eso?. Pero os vuelvo a decir que esto lo habréis de descubrir vosotros para despertar. Tenéis que cuestionarlo todo. Cuidado con aceptar las cosas que digo sin analizarlas sinceramente, desde vuestro centro que no os puede engañar. No hay que tragar nada — solo conseguiríais una nueva programación encima de la que tenéis —, sino cuestionarlo, analizando esto y lo opuesto.

Esto supone apertura. Hay que ser receptivo sin ser crédulo.

Extracto del libro:
La Iluminación es la Espiritualidad
Anthony de Mello
Fotografía de internet